Salsa para albóndigas

Información de la receta

Para 6 comensales
43 Kcal. aproximadamente por porción
25 minutos
Económica
Fácil
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Receta de Salsa para albóndigas

Una de las ventajas que tiene la cocina es que nos ofrece un sinfín de posibilidades, pero lo cierto es que muchas veces terminamos haciendo lo mismo. Esto no es malo en sí mismo, aunque nos priva de disfrutar aún más de lo que comemos y de probar nuevos sabores, esto puede llevar a que la hora de la comida se convierta en un momento monótono y repetitivo. También nos suele ocurrir que preparamos los mismos platos de la misma forma, cuando podemos hacer cambios en la receta. Es por esa razón por la que nos interesa conocer cómo hacer salsa para albóndigas de carne que sea diferente.

Hay infinidad de salsa para albóndigas de carne, de hecho es probable que haya casi tantas como cocineros. Un plato tan tradicional de nuestra gastronomía y que se prepara en la mayoría de los hogares, no tiene solo una manera de cocinarse, sino muchísimas. Incluso las mismas albóndigas no todo el mundo las elabora igual. Hay quienes las hacen bastante grandes, y otros las hacen tan pequeñas que les llaman albondiguillas. Pero también existen diferencias en cuanto al cocinado, ya que se pueden freír y acompañar de la salsa, o primero sellarlas y luego guisarlas en su salsa.

Pero en esta ocasión vamos a centrarnos solo en la salsa y en cómo probar otras opciones que seguro que nos encantarán. Esta salsa es válida para todo tipo de albóndigas, de carne de ternera, de pollo, de cerdo… pero también de pescado o incluso vegetales. Seguro que estamos deseando empezar a prepararla, así que comenzamos ya repasando todos los ingrediente que necesitamos, no nos dejemos ninguno. Porque vamos a descubrir cómo hacer salsa para albóndigas.

Ingredientes para cocinar Salsa para albóndigas

1 cucharada de mantequilla sin sal
1 cucharada de harina
180 mililitros de caldo de carne
½ cucharadita de salsa Worcestershire
100 mililitros de nata líquida para cocinar
Sal
Pimienta negra
1 cucharada de perejil fresco picado

Como preparar Salsa para albóndigas

Empezamos ya a preparar nuestra salsa de albóndigas. El primer paso es poner una sartén a fuego no muy alto y echamos en ella la mantequilla. Cuando empiece a estar derretida añadimos la harina y sin parar de remover, dejamos que se dore un minuto.
Cuando pase el tiempo, añadimos la salsa Worcestershire y también el caldo de carne. Es el momento de salpimentar al gusto. Removemos todo bien, para que la harina se deshaga en el caldo y dejamos que se cueza durante unos 5 minutos.
Una vez que haya pasado el tiempo, agregamos la nata a la salsa y removemos bien. Este sería el momento de añadir las albóndigas. Dejamos que se cocinen juntas durante 10 minutos.
Antes de servir, espolvoreamos con perejil fresco picado. Nos encantarán nuestras albóndigas con salsa blanca.

Consejos y trucos para la receta

El caldo para la salsa puede ser casero, pero también podemos utilizar pastillas o un brick. Como es lógico si es casero, el sabor será mejor. Para tener siempre caldo es bueno que hagamos un día una buena cantidad y lo congelemos. Por supuesto, también podemos utilizar caldo de pollo, sobre todo si usamos carne de este animal para hacer las albóndigas.
Hay muchas opciones para preparar una salsa para albóndigas de carne, podemos probar posibilidades más sencillas como sofreír cebolla y añadir salsa de tomate, y otras más elaboradas, como utilizar diferentes verduras y hacer un sofrito al que añadiremos caldo y vino blanco.
Una buena opción es doblar o triplicar las cantidades que hemos dado en la receta, para que nos salga bastante cantidad de salsa. ¿Con qué propósito? Para que nos sobre salsa y de esta forma la podamos congelar. Así, la próxima vez que hagamos albóndigas tendremos lista la salsa.
Hemos elegido adornar el plato al final con perejil, pero también podemos utilizar orégano, eso sí, tengamos en cuenta que cambiará el sabor del plato.
La salsa Worcestershire tiene un sabor bastante potente, es bueno que lo tengamos en cuenta al preparar la salsa. Si no nos atrevemos, no hay ningún problema, podemos prescindir de la sal, pero no tendrá el mismo sabor.

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