Pechugas de pollo en salsa

Pechugas de pollo en salsa

Información de la receta

  • Para 4 comensales
  • 314 Kcal. por ración aproximadamente
  • 40 minutos
  • Segundo Plato
  • Económica
  • Fácil
  • Ver receta

Receta de Pechugas de pollo en salsa

¿Recordamos nuestros inicios en la cocina? ¿Estamos empezando ahora a ponernos delante de los fogones? Cuando estamos aprendiendo a cocinar es bueno seleccionar recetas sencillas, que nos permitan ir soltándonos y adquirir ciertas habilidades que son imprescindibles para cualquier cocinero. Hoy hemos elegido una opción perfecta, se trata de unas pechugas de pollo en salsa. Con ingredientes muy básicos crearemos un plato que nos dará un resultado sorprendente.

Seguro que nos hemos dado cuenta de que el pollo se está convirtiendo poco a poco en una de las carnes más vendidas. Las razones son evidentes: es asequible, resulta saludable y además está buenísimo. Hay poca gente a la que no le guste el pollo, y entre los pequeños de la casa suele tener muy buena aceptación. Es cierto que a los niños les encantan las pechugas rebozadas o a la plancha, pero el plato de hoy puede ayudarles a probar nuevas elaboraciones. Descubrirán que merece la pena probar platos diferentes.

¿Necesitamos nosotros más razones para cocinar este plato? Veamos otras dos, la primera es que es una receta bastante rápida y la segunda es que está muy rico. Seguro que estamos deseando empezar, lo hacemos ya. Pero antes tomemos buena nota de todos los ingredientes, es posible que la mayoría de ellos formen parte de nuestra despensa. Con todo listo, prestemos atención a los diferentes pasos y no cambiemos su orden, que en este caso si alterará el resultado final.

Ingredientes para cocinar Pechugas de pollo en salsa

  • 500 gramos de pechuga de pollo fileteadas
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 200 mililitros de vino blanco
  • 75 mililitros de nata líquida
  • Aceite de oliva
  • 1 hoja de laurel
  • Sal
  • Pimienta

Como preparar Pechugas de pollo en salsa

  1. El primer paso para preparar nuestra receta es salpimentar las pechugas. Reservamos.
  2. A continuación, lavamos, pelamos, y cortamos en brunoise y por separado, las cebollas y los ajos. Reservamos.
    cortar cebolla brunoise
  3. Echamos tres cucharadas de aceite de oliva en una sartén y la ponemos a calentar a fuego-medio alto.
  4. Cuando el aceite esté caliente, doramos las pechugas.
    dorar pechuga de pollo
  5. Cuando hayamos terminado de freír las pechugas, en ese mismo aceite pochamos la cebolla.
  6. Cuando la cebolla empiece a cambiar de color, añadimos los ajos picados y salteamos, con mucho cuidado para que no se quemen. Después, incorporamos de nuevo las pechugas, la hoja de laurel y el vino blanco. Mezclamos todo bien y dejamos que se cocine durante unos 5 minutos al fuego.
  7. Justo antes de retirar las pechugas del fuego, añadimos la nata. Para que se integre bien, movemos la sartén haciendo círculos imaginarios.
  8. Servimos las pechugas en platos individuales y ya podemos disfrutar de este plato, nos encantará.

Consejos del chef

  • Podemos cambiar la nata por la misma cantidad de leche, o incluso prescindir de añadir un lácteo a la preparación.
  • Como acompañamiento, nada mejor que unas patatas fritas. Si lo preferimos, podemos optar por unas patatas cocidas o un puré de patatas.
  • Ahora ya que sabemos preparar esta salsa tan sencilla, podemos utilizarla con unos filetes de cerdo o ternera.
  • Si hay algo importante para que esta receta esté buena es que ninguno de los ingredientes se queme. Puede parecer evidente, pero hay que tener mucho cuidado para que el aceite no coja sabor a quemado o para que nos se nos queme ni la cebolla ni el ajo, algo que pasa muchas veces en la cocina. Si nos sucede, es mejor lavar la sartén y volver a echar aceite. Si lo que quemamos es la cebolla o el ajo se quema, habrá que desecharlos, y hacer otros. Así, que tengamos mucho cuidado para que esto no suceda. También con las pechugas, aunque en este caso es más difícil que se quemen.
  • Aunque la comida casi siempre está mejor recién hecha, podemos cocinar este plato de forma anticipada y después calentarlo. Apenas notaremos la diferencia.
  • Un truco sencillo para que las pechugas estén más tiernas es dejar que reposen en leche dentro de la nevera al menos una hora. Nos quedará una receta más jugosa.

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