Infusión de jengibre y limón
Información de la receta
- Para 2 comensales
- 42 Kcal. por ración aproximadamente
- 15 minutos
- Económica
- Fácil
- Rápida
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Receta de Infusión de jengibre y limón
Cuando llega la época de frío, tanto los catarros como resfriados y problemas de garganta también hacen su aparición. Así es que, nuestras vías respiratorias sufren más de la cuenta. Nosotros optamos por buscar remedios que quizás, los tenemos más cerca de lo que pensamos. Es por ello que la infusión de jengibre y limón te ayudará, y mucho, a protegerte de estas enfermedades que hemos mencionado.
El jengibre para la garganta es una de las mejores soluciones. Porque, además de contar con múltiples beneficios, despejará las fosas nasales y es un expectorante natural. Así que unido a la miel y al limón nos ayudarán a combatir los síntomas de los resfriados. Vamos a preparar esta infusión en cuestión de minutos. ¡Verás qué sencillo!
Ingredientes para cocinar Infusión de jengibre y limón
- 2 tazas de agua (450 ml)
- 3 rodajas de jengibre o 1 cucharada de jengibre rallado
- 2 rodajas de limón
- 1 cucharadita de miel
Como preparar Infusión de jengibre y limón
- Cortamos las rodajas de jengibre y vamos a retirarles su piel. Puedes hacerlo con un cuchillo o bien con una cuchara pequeña. Tan solo tendrás que raspar con cuidado.
- Colocamos una olla o cazo al fuego. En él, echamos el agua así como las rodajas del jengibre y las de limón. Dejamos que hierva unos 5 minutos. Tras ese tiempo, apagamos el fuego, tapamos y dejamos reposar 10 minutos más.
- Echamos nuestra mezcla en una taza y le añadimos la cucharadita de miel. Removemos bien y ya tendremos nuestra infusión de jengibre con miel lista para tomar calentita.
Consejos variados
- Puedes preparar la infusión con jengibre rallado. Para ello, herviremos el agua, retiramos del fuego y le echamos el jengibre así como el zumo de limón. Tapamos y esperamos 10 minutos antes de colar, echar la miel y beber.
- Otra manera de disfrutar de la infusión de jengibre y miel es cortar varias rodajas de limón y de jengibre. Échalas en un frasco de cristal y cúbrelas con un poco de miel. Dicho frasco lo guardamos en la nevera. A la hora de preparar la infusión, echaremos una cucharadita de esta mezcla por cada taza de agua.
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